Os quiero confesar que estoy seguro de que en una vida pasada fui italiano, me mata la cocina italiana, especialmente un buen plato de pasta. Esta misma pasión por Italia y su cocina, llevó a unos chicos a crear Pasta Mito hace tres años en el Mercado de Chamartín, y, finalmente, este año los motivó a instalarse en Chamberí en la Calle Albuquerque 5 con una propuesta muy versátil.
Este nuevo espacio está decorado en madera y con toques que recuerdan a las trattorias. El restaurante se divide en dos zonas: un acogedor comedor y una de tienda con productos italianos para disfrutar de la mejor pasta fresca en casa y los mejores sabores traídos de Italia. Todos y cada uno de los ingredientes que se utilizan para cocinar son traídos de Italia.
Empezamos por dos entrantes divinos: una melanzane a la parmiggiana y una insalata di burrata con pomodoro y pesto genovese. Luego de plato principal no podíamos pedir nada menos que una pasta fresca y artesanal, yo me pedí unos raviolis rellenos de queso de cabra e higos, absolutamente excepcional. Un poco de aceite de oliva y queso parmesano fue suficiente para acompañar este exquisito viaje gastronómico.
Naty pidió unos raviolis rellenos de salchicha, pepperoni y nabo con una salsa de tomate picante. Realmente no era muy picante, tenía el picante justo y necesario. De postre hemos pedido una crostata casera de melocotón y Naty ha pedido un tiramisú. Ambos deliciosos y con un sabor que destaca la verdadera cocina italiana.
Tenéis que ir porque hemos comido realmente divino, y me declaro aún más amante de la pasta después de pasar por Pasta Mito.
………..
I am sure that in a past life I was Italian, their cuisine makes me the happiest man on earth, especially a good plate of pasta can take me over the moon. This same passion for Italy and its kitchen led to the creation of Pasta Mito three years ago in the Chamberí Market, and finally this year motivated them to open a new restaurant also in Chamberí on Calle Albuquerque 5, offering a very versatile proposal.
This new space is decorated in wood and with touches that reminds us of the typical trattorias. The restaurant is divided into two spaces: a cozy dining room area and a shop with Italian products to enjoy the best fresh pasta at home.
We started with two divine entrees, a melanzane parmigiana and an insalata di burrata with pomodoro and Genovese pesto. Afterwards for mains we evidently couldn’t have anything less than a fresh handmade pasta, I ordered ravioli filled with figs and goat cheese, absolutely delicious, all it needed was a bit of olive oil and parmesan cheese, the perfect companion for this exquisite gastronomic trip.
Naty ordered ravioli filled with sausage, pepperoni and turnip with a spicy tomato sauce, just the right amount of spice. For dessert we ordered a homemade peach crostata and Naty ordered the tiramisu. I am not particularly fond of tiramisu but this one gain the love of my taste buds.
We had a really delicious meal, and I officially declare myself more of a pasta lover after going to Pasta Mito.