Mermeland

¿Cansado de los sabores de la comida mediterránea? ¿Buscando un lugar acogedor pero divertido a nivel gastronómico? Os tenemos una propuesta que combina perfectamente la cocina mediterránea con toques asiáticos y norteamericanos. Este sitio ejemplar se llama Ottica ubicado en Calle del Padre Claret, 1 en Madrid.

Inmerso en una decoración rústica, pero moderna, que te invita a sumergirte en un océano de azules y turquesas que te envuelven y te llevan a navegar por el mundo a través del paladar. Definitivamente una experiencia única y divertida.

La ruta gastronómica comenzó con unas deliciosas croquetas de carabineros (de mis favoritas en la vida – debo confesar que las croquetas me generan siempre un lindo recuerdo a mi abuela). Seguimos con unas patatas bravas Ottica con huevos de codorniz, unas gyozas de pollo y verdura con mayonesa kimuchi, y un San de pollo de corral asado con salsa tártara. ¡Definitivamente una muy deliciosa forma de comenzar a abrir el apetito!

Luego continuamos con los primeros, un soft crab shell en tempura con mayonesa de chilli y alga wakame. Posteriormente nos deleitamos con la tortilla de patatas trufada con queso gorgonzola y espuma de cebolla caramelizada. Definitivamente un must have cuando visitéis Ottica.

Si os sentís más atrevidos y sois amantes de la carne, os recomiendo que no dejéis de lado las costillas de ibérico con barbacoa Ottica ni el cochinillo a baja temperatura con compota de manzana asada y mostaza, sin lugar a duda son dos platos que os dejarán con ganas de más.

Y desde luego el postre en esta casa no puede faltar, por lo que nos decantamos por probar una selección, entre ellas el carrot cake artesanal, tarta de queso con frutos rojos, crumble de manzana y por último una tarta de nutella y praliné crujiente de avellana. Es esta oportunidad no os sabría decir cuál fue mi favorita, ¡las amé todas!

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Tired of the flavors of Mediterranean food? Looking for a cozy place but fun at a gastronomic level? We have a proposal that perfectly combines Mediterranean cuisine with Asian and American influences. This exemplary site is called Ottica located on Calle del Padre Claret, 1.

Immersed in a rustic but modern decoration that takes you to immerse yourself in an ocean of blues and turquoises that envelop that takes you to navigate the world through the palate. Ottica is definitely a unique and fun experience.

Our gastronomic route started with delicious caramel cakes (my favourite in life – I must confess that croquettes always generate a nice remind of my grandmother). We continue with some patatas bravas Ottica with quail eggs, some gyozas of chicken and vegetable with kimuchi mayonnaise, and a San de pollo de corral asado with tartar sauce. Definitely a very delicious way to start opening your appetite, do not you think?

Then we continued with the mains, a soft crab shell in tempura with chilli mayonnaise and wakame topping – Naty could not see this food, but I’m sure it would have been one of her favourites – she loves seafood. Later, we were delighted with the truffled potato omelette with Gorgonzola cheese and caramelized onion foam. Definitely a must have when visiting Ottica.

If you are meat lovers, I recommend you not to leave aside the Iberian ribs with Ottica barbecue or the low temperature suckling pig with roasted apple compote and mustard, without a doubt they are two dishes that will leave you with cravings to suck your fingers.

And of course the dessert is something we don’t leave out at this house, so we opted to try a selection, including the artisan carrot cake, cheesecake with red fruits, apple crumble and finally a crunchy nutella and praline hazelnut base pie. This time round I couldn’t tell you which was my favourite. I loved them all!

Without a doubt, Ottica is a place I would like to come back to in order to share this culinary experience with Naty.