Hace unas semanas descubrí un lugar mágico que probablemente muchos de vosotros no conocéis. Este sitio encantador se llama Tejas Verdes y se ubica en un elegante caserón, diseñado siguiendo la tradicional construcción castellana en el que una vez pasas el portalón de entrada, das un vuelco atrás en el tiempo.
Remontar siglos atrás como si entraras a un convento del siglo XVI en el que cada rincón guarda su propio encanto y tiene su propia historia. El restaurante rodeado de amplios jardines, creando un bosque enclavado en un lugar único en la zona norte de Madrid, en pleno centro urbano del municipio de San Sebastián de los Reyes. Ahora en verano todos queremos escapar de Madrid, y es posible cenar al aire libre en un espacio donde una relajada comida en jardines mientras los niños corren y juegan alrededor es una experiencia placentera que no se puede dejar de disfrutar.
Comenzamos la experiencia con una ensaladilla rusa con ventresca espectacular, esto era apenas un pequeño abre bocas para lo que nos esperaba a lo largo de la noche. Luego pasamos a una ensalada de cecina de foie con huevos hilados y puré de membrillo seguido de unas verduras a la plancha con queso fresco y cerramos con una lubina, que es de las mejores que he probado, cocinada a la sal.
Y para terminar, qué mejor postre que unas deliciosas y frescas cerezas de temporada, ¿se puede pedir algo más?
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A few weeks ago I discovered a magical place, which probably many of you may not know. This charming place is called Tejas Verdes and is located in an elegant mansion, designed following the traditional Castilian construction in which once past the entrance gate, you travel back in time.
Going back centuries as if you were entering a sixteenth century convent where every corner keeps its own charm and has its own history. The restaurant surrounded by large gardens, creating a forest nestled in a unique place in the north of Madrid, in the urban center of the municipality of San Sebastian de los Reyes. Now in summer we all want to escape from Madrid, and it is possible to dine outdoors in a space where a relaxed meal in gardens while children run and play around is a pleasant experience that you cannot stop enjoying.
We started our experience back in time with a ensadilla salad with spectacular tuna, this was just a small opening for what awaited us throughout the night. Then we went on to eat a salad with spiced eggs and quince puree followed by some grilled vegetables with fresh cheese and closed with sea bass.
And finally, what better dessert than some delicious and fresh seasonal cherries, can you order something else?