Es un lecho de rosas, una fragancia acogedora y discreta que invita a zambullirse entre las sábanas. Propone aquí la cama de rosas, constituida a más de 98 % de la reina de las flores. Se trata de un agua que hay que vaporizar sobre la ropa blanca a partir de Rose, una innovación del laboratorio LMR que captura muy escrupulosamente el perfume de la rosa que es completada por una dosis generosa de esencia de rosas turcas y de un rastro de almizcle. Discreto y refinado.
Autor: Bruno Jovanovic.